CAPITULO 23: RECUERDOS
Traducción: Lorena Espinosa
“Recuerdos” leyó Emmett.
–Lo siento mucho, Seth.
Debería haber estado más cerca.
“Ah.. eso es una mierda, el cachorro debe haberse interpuesto en el
camino” suspiró Emmett.
“Hmph” resopló Rosalie, irritada por eso también.
Edward seguía aún
disculpándose, y yo no creía que fuera justo ni apropiado. Después de todo,
Edward no había sido quien había perdido el control de su temperamento, por
completo y de forma inexcusable. Edward no había intentado arrancarle la cabeza
a Jacob, que ni siquiera había entrado en fase para protegerse, ni le había
roto el hombro y la clavícula a Seth cuando saltó entre nosotros.
“Pobre cachorro” dijo Emmett realmente simpático.
“Sin embargo, creo que podría haber sido una de las pocas cosas que
podrían haber salvado la vida del chucho” dijo Jasper.
“Lo dices como si fuera una buena cosa” se quejó Rosalie.
“Es” admitió Edward entre dientes, “y tengo mucho que lamentar…”
“Pero sólo porque el cachorro se puso en el camino, ¿verdad?” preguntó
Emmett. “Habrías sido feliz como una almeja, si el chucho sufría.”
Edward no respondió a eso. Era muy consciente de la mirada que Esme le
estaba dando, pero sí… él habría estado bien con eso.
Edward no había sido quien
casi había matado a su mejor amigo.
Tampoco era que mi mejor
amigo no tuviera unas cuantas cosas a las que responder, pero resultaba obvio
que nada que Jacob hubiera hecho podría justificar mi comportamiento.
“Claro, es posible” dijo Emmett. “Me parece que ella no ha cambiado en
absoluto.”
“Bueno” dijo Edward. “Me gusta de esta manera.”
Entonces, ¿no debería ser yo
la que estuviera disculpándose? Lo intenté otra vez.
–Seth, yo…
–No te preocupes por eso,
Bella, estoy muy bien –dijo Seth al mismo tiempo que Edward replicaba:
–Bella, amor, nadie te está
juzgando, lo estás haciendo muy bien.
“A ella no le va a gustar eso” dijo Jasper. “Sabes que podría ser mejor
si la dejarás acabar su disculpa.”
Todavía no me habían dejado
terminar ni una frase.
Y todo lo empeoraba el hecho
de que Edward estuviera teniendo muchas dificultades para eliminar la sonrisa
de su rostro. Sabía que Jacob no merecía mi reacción exagerada, pero Edward
parecía encontrar satisfacción en ello. Quizás habría deseado tener la excusa
de ser un neonato para poder hacer algo físico entorno a su irritación contra
Jacob.
Edward rió agradablemente.
Intenté extraer la ira por
completo de mi sistema, pero me resultaba duro, sabiendo que el licántropo
estaba fuera, con Renesmee, justo en ese momento. Manteniéndola a salvo de su
madre, la loca neonata.
Carlisle ajustó otra pieza
del cabestrillo del brazo de Seth y este hizo un gesto de dolor.
–Lo siento, lo siento
–mascullé sabiendo que nunca conseguiría articular una disculpa por completo.
“Pero demasiado terca para dejarlo ir” Edward se rió.
–No te alteres, Bella –dijo
Seth, palmeándome la rodilla con la mano buena mientras Edward me acariciaba el
brazo desde el otro lado.
Seth no parecía sentir
aversión por tenerme sentada allí, al lado del sofá, mientras Carlisle lo
curaba.
–Estaré bien en media hora
–continuó él, todavía dandome palmaditas en la rodilla como si no sintiera su
textura dura y fría. –Cualquiera hubiera hecho lo mismo, porque eso de Jake y
Ness… –se detuvó a mitad de frase y cambió de tema con rapidez.
“Sí, no quiero que se repita” se rió Emmett.
“Como si realmente se podría enojar con el cachorro” sonrió Jasper.
–Quiero decir, que al menos
ni me mordiste ni nada. Eso hubiera sido una mierda.
"Literalmente" rió Emmett.
Enterré la cabeza entre las
manos y me estremecí ante el pensamiento, ante esa posibilidad tan real. Podría
haber ocurrido fácilmente. Y acababan de decirme que los licántropos no
reaccionan ante la ponzoña de los vampiros del mismo modo que los humanos,
porque los envenena.
–Soy una mala persona.
Edward frunció el ceño.
"¿De dónde sacó eso?" Alice frunció el ceño.
"Sí, ella no es más una persona",dijo Emmett seriamente,
tratando de no reírse.
Edward y Alice solo lo miraron.
–Claro que no lo eres. Yo
tendría que haber… –comenzó Edward.
–Para de una vez –suspiré.
No quería que se pasara todo el tiempo echándose la culpa por esto como se
echaba la culpa por todo.
–Qué suerte tiene Ness… Renesmee
al no estar cargada de veneno –dijo Seth después de un segundo de silencio
extraño. –Porque se pasa todo el día mordiendo a Jake.
"Espero que le duela" murmuró Rosalie.
"Eso es suficiente" Esme la miró fijamente y Rosalie suspiró.
Estaba a punto de tener que pensarlo de ahora en adelante.
Se me cayeron las manos.
–¿Eso hace?
–Claro, cuando él y Rose no
le meten la comida en la boca con la suficiente rapidez. A Rose le hace mucha
gracia.
Me quedé mirándolo,
sorprendida, y también sintiéndome culpable porque tenía que admitir que este
hecho me agradaba, un poco en plan adolescente y caprichoso.
"Ves, Bella piensa que es divertido, también" dijo Rosalie.
Esme realmente no parecía contenta por esto, pero dada la situación,
probablemente se habría sentido igual.
Pero claro, yo ya sabía que
Renesmee no tenía ponzoña, ya que yo había sido la primera persona a la que
había mordido. No hice esta observación en voz alta, ya que estaba simulando
una cierta amnesia en los hechos más recientes.
"Todavía eras humana en ese momento" señaló Edward. "Podrías
haber recordado esa parte."
–Bueno, Seth –comentó
Carlisle, levántandose y saliendo de la habitación. –creo que esto es todo lo
que puedo hacer. Intenta no moverte en, bueno, unas cuantas horas, supongo –se
echó a reír. –Ojalá el tratamiento en los humanos fuera igual de gratificante
–dejó reposar la mano durante un momento sobre el pelo negro de Seth. –Quédate
quieto –le ordenó y después desapareció escaleras arriba. Escuché cómo se
cerraba la puerta de su despacho y me pregunté si ya habrían eliminado los
restos de mi estancia allí.
–Creo que podré
arreglármelas para quedarme sentado un ratito –asintió Seth cuando Carlisle ya
se había ido y después abrió la boca en un gran bostezo.
Con cuidado, asegurándose de
no poner el hombro en mala postura. Seth inclinó la cabeza sobre el respaldo
del sofá y cerró los ojos. Unos segundos más tarde, se quedó dormido con la
boca abierta.
Puse mala cara a su rostro
sereno durante otro minuto. Como Jacob, Seth parecía tener el don de quedarse
dormido a voluntad. Sabiendo que no podría pedirle disculpas otra vez durante
un buen rato, me levanté. El movimiento no removió el sofá en lo más mínimo.
Todo lo físico era bastante fácil, pero el resto…
"Es bastante fácil para ti también" dijo Edward.
"Sobre todo en comparación con lo que podría ser" dijo
Jasper.
Edward me siguió hasta las
ventanas traseras y me tomó la mano.
Leah paseaba impaciente a lo
largo del río, parándose aquí y allá, y mirando una y otra vez hacia la casa.
Era fácil darse cuenta de cuando buscaba a su hermano o cuando a mi, pues
alternaba miradas ansiosas y miradas asesinas.
"¿Por qué está mirando a la asesina de su hermano?" preguntó
Emmett.
"Idiota," gruñó Rosalie.
Escuché a Jacob y Rosalie en
las escaleras de la fachada principal discutiendo en voz baja a quién le
correspondía el turno de alimentar a Renesmee. Su relación era tan antagonista
como siempre. La única cosa en la que se ponían de acuerdo ahora era en que
había que apartar al bebé de mí hasta que estuviera totalmente recuperada de mi
ataque temperamental.
"Debemos tener al perro lejos y estoy seguro de que estará bien"
murmuró Edward. "Estoy seguro de que sólo estás usando esto como excusa
para sostenerla por más tiempo."
"Tal vez" Rosalie se encogió de hombros.
Edward había discutido ese
veredicto, pero yo los dejé ir. También quería estar segura. Aunque me
preocupaba que su ciento por ciento y el mío no coincidieran del todo.
"No hay duda de eso" se rió Emmett.
Aparte de esa discusión, la
lenta respiración de Seth, y el enfadado jadeó de Leah, por lo demás todo
estaba muy tranquilo. Emmett, Alice y Esme se hallaban de caza. Jasper se había
quedado para vigilarme. Estaba apoyado discretamente contra el poste del
porche, intentando no comportarse de forma odiosa en ese asunto.
Me aproveché de la
tranquilidad para pensar en todo lo que Edward y Seth me habían contado
mientras Carlisle le curaba el brazo a este último. Me había perdido un montón
de cosas mientras ardía y esta había sido la primera oportunidad real de
ponerme al día.
Lo principal había sido el
final de la enemistad con la manada de Sam.
"Oh, que bien" Esme dejó escapar un suspiro, estaba
preocupada por eso.
Lo cual era el motivo por el
cual los otros se sentían libres de ir y venir a su antojo otra vez. La tregua
era más fuerte que nunca. O quizá más vincunlante, dependiendo del punto de
vista que uno asumiera, suponía yo.
"Debido a Renesmee" dijo Carlisle.
"¿Quieres decir que fue debido a la imprimación?" le siseó Edward,
podía decir que Carlisle estaba tratando de ser diplomático y él en realidad no
tenía paciencia para eso.
"Sí" dijo Carlisle, Edward reaccionó correctamente a la lectura.
"Me gustaría pensar que la unión los haría una especie de la familia para
nosotros... suegros, supongo que diría."
"Argh" gruñó Rosalie. "¿Por qué tienes que decir
eso?"
"Lo siento" dijo Carlisle.
Vinculante, porque la más
absoluta de todas las leyes de la manada era que ninún lobo mataría al objeto
de la imprimación de otro lobo. El dolor que esto le ocasionaría sería
intolerable para el resto de la manada. La falta, tanto si fuera intencionada
como accidental, no sería perdonada jamás, porque los lobos implicados
lucharían hasta la muerte, y no había ninguna otra opción. Ya había ocurrido
hacía mucho tiempo, me contó Seth, pero solo por accidente. Ningún lobo
destruiría de forma intencionada a un hermano de ese modo.
Así que Renesmee se había
vuelto intocable porque Jacob sentía por ella. Intenté concentrarme en el
alivio que ese hecho suponía más que en el disgusto, pero no era fácil. Había
suficiente espacio en mi mente para alojar ambas emociones intensamente y a la
vez.
"De esa manera pasa con los vampiros" se rió Emmett.
Sam tampoco se podía tomar a
mal mi transformación, porque la había permitido Jacob, el legítimo Alfa. Lo
que me dolía era darme cuenta una y otra vez de lo mucho que le debía a Jacob
cuando lo que más me apetecía era dejarme llevar por la furia.
"Nosotros no le debemos más de lo que recibió de nosotros" dijo
Edward entre dientes. "Esto va mucho más allá de lo que él hizo por
nosotros."
Deliberadamente orienté mis
pensamientos en otra dirección para controlar mis emociones. Consideré otro
fenómeno interesante: aunque el silencio entre las dos manadas continuaba,
Jacob y Sam habían descubierto que los Alfa podíam comunicarse en su forma
lobuna.
"Ah... Me preguntaba sobre eso" dijo Carlisle.
"¿Sabías que iba a pasar esto?" preguntó Jasper. Se sorprendió,
pero también estaba intrigado por eso.
"Bueno, cuando Jacob primero escogió ser Alfa, todavía era capaz
de hablar con Sam, ¿verdad?" dijo Carlisle y Jasper asintió. "Pero no
se oía el pensamiento de los otros lobos. Y lo que sabemos después, es que no
pueden escucharse entre sí... Me parecía extraño. Pensé que algo como esto debería
estar pasando."
"Está bien, pero ¿por qué?" preguntó Jasper.
"Eso, no lo sé" dijo Carlisle. "Me pregunto si alguna
vez hubo dos Alfas, cuando solían ser demasiados lobos."
"Si sólo vamos a hacer más preguntas, por favor, ¿podríamos seguir
con la historia?" Emmett se quejó.
"Sabes, tú tienes el libro. Podrías haber continuado solo con la
lectura y se habría dejado la conversación" señaló Alice.
Antes de que Emmett pudiera hacer eso o hacer un comentario a Alice,
Carlisle dijo "Me gustaría pensar que podrían haber tenido dos Alfas, si
la manada fue tan grande. Y si lo hicieran, tendría sentido que ellos serían
capaces de comunicarse de alguna forma. "
Y fue entonces cuando Emmett empezó a leer de nuevo.
No era como antaño, no
tenían la capacidad de oír los pensamientos el uno del otro de la misma manera
que antes de separarse. Se parecía más a hablar en voz alta, según decía Seth.
Sam sólo podía escuchar los pensamientos que Jacob quería compartir y
viceversa. Habían descubierto que también era posible transmitir en largas
distancias, ahora que volvían a hablarse de nuevo.
No descubrieron todo esto
hasta que Jacob fue solo, a pesar de las objeciones de Seth y Leah, a
explicarle a Sam lo que había sucedido con Renesmee. Había sido la única
ocasión en que había abandonado el lado de la niña desde que puso por primera
vez los ojos encima.
"Parece que vamos a tener que acostumbrarnos al olor" dijo
Emmett, eso sólo hizo que su esposa ya molesta, comenzara a gruñir.
Cuando Sam comprendió que
esto cambiaba todo por completo, regresó con Jacob a hablar con Carlisle.
Conversaron en forma humana, porque Edward se había negado a dejarme para
oficiar de traductor, y el tratado se había renovado. El sentido amistoso de la
relación, sin embargo, quizá nunca volvería a ser el mismo.
"Sí, claro ... Estoy seguro de que todo estará bien en algún
momento," dijo Emmett, aunque Carlisle y Esme parecían tristes por esas
noticias.
Una preocupación menos.
Pero había otra cosa que,
aunque no tan peligrosa físicamente como una manada de lobos enfadados, me
parecía aún más urgente.
Charlie.
Y Esme suspiró ante esto, sentimientos de tristeza, tanto para Charlie
y Bella.
Había hablado con Esme por
la mañana temprano, pero eso no lo había disuadido de volver a llamar unos
cuantos minutos después de que Carlisle curara a Seth. Carlisle y Edward habían
dejado sonar el teléfono.
¿Qué era lo mejor que se le
podía decir? ¿Llevaban razón los Cullen? ¿Explicarle que había muerto sería lo
menos doloroso? ¿Me encontraría yo capaz de quedarme inmóvil en un ataúd
mientras mi madre y él lloraban por mi?
"Definitivamente" dijo Jasper. "Podría incluso ser capaz
de manejar eso, ahora."
Nada de esto me parecía
bien, pero poner en peligro a Charlie o Renée por la obsesión de los Vulturis
por el secreto estaba totalmente fuera de la cuestión.
Todavía quedaba mi idea de
dejar que Charlie me viera cuando yo estuviera preparada y permitir que él
llegara a sus propias conclusiones erróneas. Técnicamente de ese modo las
reglas de los vampiros no se romperían. ¿No sería mejor para Charlie saber que
yo estaba viva y más o menos feliz? ¿Incluso aunque tuviera un aspecto extraño
y diferente y es probable que atemorizador para él?
"Sí, eso sería mejor" dijo Esme.
"Y esa descripción realmente vende" dijo Emmett.
"No importa qué aspecto tiene. Sería más feliz sabiendo que ella
está viva," dijo Esme con firmeza.
Mis ojos, en particular, se
habían vuelto mucho más terroríficos. ¿Cuánto tardarían mi autocontrol y el
color de mis ojos en ser apropiados para Charlie?
"Mucho tiempo... sin embargo, yo estoy hablando de los ojos,"
dijo Jasper. "Creo que un mes para estar seguro sería suficiente para su
control. Quiero decir, no queremos ponerlo en peligro."
"Ah, ella puede manejar esto ahora" se rió Emmett. "Ella
no mató a esos desconocidos."
"Es mejor prevenir que lamentar, especialmente en este caso"
dijo Jasper.
–¿Qué te pasa, Bella? –me
preguntó Jasper en voz baja, comprendiendo mi creciente tensión. –Nadie está
enfadado contigo. –un bajo gruñido desde la orilla del río le llevó la
contraria, pero él la ignoró.
"Sí, bueno, todo el mundo hace caso omiso del gruñido lobo"
se rió Emmett.
–ni siquiera sorprendidos…
Bueno, supongo que si estamos sorprendidos de que fueras capaz de reaccionar
con tanta rapidez. Lo hiciste muy bien, mejor de lo que todos esperábamos.
La habitación se tornó muy
tranquila mientras él hablaba. La respiración de Seth se transformó en un solo
ronquido. Me sentí más serena, pero no olvidé mi angustia.
"Ella simplemente es demasiado terca para ti, Jazz" rió
Alice.
–En realidad, estaba
pensando en Charlie.
Allí fuera, finalizó la
discusión.
–Ah –murmuró Jasper.
–La verdad es que al final
tendremos que irnos, ¿no? –le pregunté. –Al menos durante un cierto tiempo,
para simular que estamos en Atlanta o algo así.
Pude sentir la mirada de
Edward clavada en mi rostro, pero yo estaba mirando a Jasper. Y él fue el que
me contestó en tono grave.
–Sí, es la mejor manera de
proteger a tu padre.
Rumié el asunto durante un
momento.
–Lo voy a echar mucho de
menos. Y a todo el mundo. La verdad.
Jacob, pensé, a pesar de mi
misma. Aunque ese antiguo anhelo había quedado aclarado y suprimido (y yo me
sentía muy aliviada de que así fuera), seguía siendo mi amigo. Alguien que me
conocía de verdad y me aceptaba. Incluso siendo un monstruo.
"No eres un monstruo" dijo Edward.
"Piensa en los vampiros como monstruos" dijo Emmett, y Edward
le rodó los ojos.
Pensé sobre lo que Jacob
había dicho, al suplicarme antes de que lo atacara: “¿Tú no dijiste que nuestra
vida nos pertenecían el uno al otro?, ¿a que si? Que éramos familia. Tú dijiste
que era así como se suponía que teníamos que ser. O sea que… aquí estamos. Es
lo que tú deseabas”:
Sin embargo, ahora las cosas
no parecían ser tal y como yo deseaba. Retrocedí en mi memoria muy atrás, a los
embrollados y débiles recuerdos de mi vida humana, hasta llegar a la parte más
dura de recordar: el tiempo que pasé sin Edward. Unos momentos tan oscuros que
había intentado sepultarlos en mi mente. No podía volver a recuperar las
palabras con exactitud, solo recordaba el deseo de que Jacob fuera mi hermano
de modo que pudiéramos querernos sin confusión ni dolor. Como familia. Pero
jamás se me habría ocurrido incluir a una hija en la ecuación.
Edward estaba realmente con el ceño fruncido. Ella había crecido cerca
de él, y no sólo en la forma en que ella dijo que estaba enamorada de él. Él
era su amigo más cercano. Y en este momento odiaba más que nada lo que al perro
le puso un pase por el último libro.
Recordé un poco más tarde,
una de las muchas veces que le había dicho adiós a Jacob, preguntándome en voz
alta con quien terminaría él, quién le arreglaría la vida después de lo que yo
le había hecho. Había dicho algo sobre que, fuera quien fuera ella, no sería lo
bastante buena para él.
"Bueno, estabas totalmente equivocada acerca de eso” dijo Edward y
todo el mundo en la sala estuvo de acuerdo con él.
Resoplé, y Edward alzó una
ceja interrogante, pero simplemente sacudí la cabeza en su dirección.
A pesar de que echaría de
menos a mi amigo, sabía que había un problema aún mayor. ¿Habían podido
soportar Sam, Jared o Quil un día entero sin ver el objeto de su fijación,
Emily, Kim o Claire? ¿Podían? ¿Qué le haría la separación de Renesmee a Jacob,
le causaría dolor?
"¿A quien le importa?" Rosalie se burló.
"En realidad, parece probable que tendría que venir con
nosotros" dijo Carlisle.
"¿Es una broma?" Rosalie lo miró.
"No" dijo Carlisle simplemente.
"¿Por qué demonios lo traemos con nosotros?" dijo Rosalie
entre dientes.
"No estoy seguro de si la separación sería bueno para Nessie"
dijo Carlisle, usando la razón Rosalie aceptaría más fácil. Sin embargo,
pensaba que la niña no sufriría tanto como lo haría Jacob, pensó que ella se podría
haber enlazado con Jacob también.
Edward estaba entre dientes y
Carlisle frunció el ceño, tratando de no pensar en ello.
"¡Eso es lo más ridículo que he oído en mi vida!" dijo
Rosalie. "¡Y no usen ese apodo retrasados!"
Todavía quedaba bastante de
esa ira mezquina dentro de mi como para alegrarme por eso: no por su dolor,
sino por la idea de alejarlo de Renesmee. ¿Cómo se suponía que iba a
arreglarmelas para admitir que pudiera pertenecer a Jacob, si apenas me
pertenecía a mi?
El sonido de movimiento en
el porche de la fachada principal interrumpió mis pensamientos. Los escuché
levantarse y ya habían atravesado la puerta. Justo al mismo tiempo, Carlisle
bajó las escaleras con las manos llenas de cosas extrañas, una cinta de medir,
una balanza. Jasper salió disparado para situarse a mi lado. Como si hubiera
alguna señal que yo me hubiera perdido, incluso Leah se sentó fuera y miró
fijamente a través de la ventana con la expresión de quien espera algo tan
familiar como falto de interés.
–Deben de ser las seis
–comentó Edward.
"¿No puedes decirnos lo que está pasando?" preguntó Emmett
con impaciencia.
"¿Por qué me estás mirando? No sé más de lo que sabes tú"
dijo Edward.
"Tú eres el que dice algo estúpido como el tiempo" dijo
Emmett.
"Er ... no tiene ningún sentido" Edward frunció el ceño.
"Sabes lo que están haciendo y sabes que Bella no sabría lo que
está pasando, pero en lugar de explicarle, dices 'deben de ser las seis"
dijo Emmett, imitando la voz de Edward perfectamente. "¿No puedes
explicarle a ella?"
"Aparentemente no" dijo Edward, con la boca fina y era
difícil para él no reírse. Alice y Jasper tenían un tiempo más en la misma
situación.
"Molesto... presumido... idiota..." murmuró Emmett y luego
continuó leyendo.
–¿Y? –pregunté, con los ojos
fijos en Rosalie, Jacob y Renesmee, que estaban parados en la entrada, la niña
en los brazos de la vampira. Rose tenía un aspecto precavido y Jacob parecía
preocupado. Renesmee lucía hermosa e impaciente.
–Hora de medir a Ness… este,
Renesmee –explicó Carlisle.
–¡Oh! ¿Hacen esto todos los
días?
–Cuatro veces al día –me
corrigió Carlisle con aspecto ausente mientras dirigía a los demás al sofá.
Creí ver a Renesmee suspirar.
"Por supuesto" dijo Emmett. "¿Quién querría ser medido
cuatro veces al día?"
–¿Cuatro veces? ¿Todos los
días? ¿Por qué?
–Ella sigue creciendo con
mucha rapidez –me murmuró Edward, la voz serena y contenida. Me apretó la mano,
y su otro brazo me envolvió con seguridad alrededor de la cintura, casi como si
necesitara apoyarme en él.
Todo el mundo se congeló, comenzando a preocuparse por el significado
detrás de eso.
No pude apartar mis ojos de
Renesmee para comprobar su expresión.
Tenía un aspecto perfecto,
sanísimo. Su piel brillaba como si fuera un trozo de alabastro iluminado y el
color de sus mejillas era como si llevara pegados alli pétalos de color rosado.
No podía haber nada malo en una belleza tan radiante. Seguramente en su vida no
había nada más peligroso que su madre, ¿o podía haberlo?
La diferencia entre la niña
a la que yo había dado a luz y aquella con la que me había encontrado hacía una
hora habría sido evidente para cualquiera, pero la que había entre la Renesmee
de hacía una hora y esta era más sutil. Unos ojos humanos jamas habrían sido
capaces de percibirla, aunque estaba allí.
"¿Incluso hace una hora?" Carlisle murmuró, con el ceño
fruncido.
Esto no era bueno, todo el mundo pensó eso al mismo tiempo.
Su cuerpo era algo más largo
y solo un poco más esbelto. Ya no tenía el rostro tan redondo, se volvía más
ovalado con cada minuto que pasaba. Sus tirabuzones colgaban un par de
centímetros más cerca de sus hombros. Se estiró obedientemente en brazos de
Rosalie mientras Carlisle extendía la cinta en toda su longitud y después la
usaba para medir el perímetro de su cráneo. No tomó ninguna nota, lo recordaría
a la perfección.
Era consciente de que Jacob
tenía los brazos cruzados con gran fuerza sobre su pecho, mientras que los de
Edward se trababan con firmeza a mi alrededor. Tenía las cejas fruncidas hasta
formar una sola línea sobre sus ojos hundidos.
Ella había madurado de una
simple célula a un bebé de tamaño normal en el curso de unas cuantas semanas.
Tenía muy buen aspecto, parecía camino de convertirse en un bebé de un par de
años de edad en apenas algunos días. Si seguía ese ritmo de crecimiento.
Todo el mundo se estremeció ante la idea.
"No es realmente así, ¿verdad?" preguntó Rosalie.
"No sé" Carlisle frunció el ceño. "Simplemente no lo
sé."
Una vez más, todo el mundo se estremeció.
Mi mente vampirica no tenía
ningún tipo de problemas con las matemáticas.
–¿Qué vamos a hacer?
–susurré, horrorizada.
Los brazos de Edward se
tensaron, porque entendió lo que estaba preguntando.
–No lo sé.
–Va algo más despacio
–masculló Jacob entre dientes.
–Necesitaremos unos cuantos
días mas de medidas para poder establecer una pauta, Jacob. No puedo hacer
ninguna promesa.
–Ayer creció cuatro
centímetros. Hoy, menos.
–Por apenas una centésima de
centímetros, si mis medidas son correctas –replicó Carlisle con tranquilidad,
–Sea exacto, Doc –repuso
Jacob.
"Siempre lo es" Esme defendió de forma automática.
Haciendo que las palabras
sonaran casi amenazadoras. Rosalie se envaró.
–Ya sabes que lo hago lo
mejor que puedo –le aseguró Carlisle.
Jacob suspiró.
–Supongo que eso es todo lo
que puedo pedir.
Me sentí irritada de nuevo,
como si Jacob me estuviera robando el papel, y además haciendolo mal.
"Sí, Perro, cállate" dijo Emmett. "Sería mucho mejor si
vienen de Bella."
"¿No quieres decir más divertido?" corrigió Jasper y Emmett
asintió con la cabeza.
Renesmee también parecía
molesta. Comenzó a retorcerse y después levantó la mano imperiosamente hacia
Rosalie. Ella se inclinó de modo que pudiera tocarle la cara. Después de un
segundo Rose suspiró.
–¿Qué es lo que quiere? –le
exigió Jacob, volviendo a robarme el papel.
"¡Deja de robar sus líneas, perro callejero!" Emmett soltó
entre risas.
–A Bella, por supuesto –le
contestó Rosalie, y sus palabras me hicieron sentir algo de calidez en mi
interior. Entonces me miró. –¿Cómo estas?
–Preocupada –admití, y
Edward me dio otro apretón.
–Todos lo estamos, pero no
es eso lo que quiero decir.
–Estoy bajo control –le
prometí. La sed iba bajando puestos en mi lista a gran velocidad. Además,
Renesmee olía muy bien, pero de un modo muy distinto a una comida apetecible.
"Siempre es una buena cosa, cuando está hablando de su hija"
sonrió Emmett.
"Eso no es divertido, Emmett" Esme le entrecerró los ojos
peligrosamente.
"Lo siento" suspiró.
Jacob se mordió el labio
pero no hizo ningún movimiento para impedir que Rosalie me ofreciera a la niña.
Jasper y Edward vacilaron, pero lo permitieron. Podía ver lo tensa que estaba
Rose y me pregunté como sentiría la habitación Jasper en ese momento, ¿o es que
estaba tan concentrado en mi que no podía sentir a los demás?
"Eso es muy considerado en ella" sonrió Alice.
"Y puedo sentir todo, incluso si estoy tratando de concentrarme en
una sola cosa" respondió Jasper a la pregunta de Bella.
Renesmee y yo nos acercamos
la una a la otra, con una sonrisa cegadora iluminando su pequeño rostro. Ella
encajaba con tanta facilidad en mis brazos como si estos hubieran sido
diseñados especialmente para eso. De inmediato puso su manita caliente en mi
mejilla.
Aunque estaba preparada,
todavía me hizo emitir un sorprendido jadeo el ver aquel recuerdo como una
visión dentro de mi mente. Tan brillante y lleno de colorido, pero por completo
transparente.
Ella estaba recordando como
cargue contra Jacob a través del prado que había delante de la casa y a Seth
saltando entre nosotros. Lo había visto y oído todo con total claridad. Yo no
parecía yo, ese predador lleno de gracia que saltaba sobre su presa como una
flecha lanzada desde un arco. Debía de ser alguna otra persona. Eso no me hizo
sentir menos culpable mientras Jacob estaba allí indefenso, con las manos
alzadas, unas manos que no temblaban.
Edward se echó a reír entre dientes,
observando los pensamientos de Renesmee conmigo. Y ambos dimos un respingo
cuando escuchamos el chasquido de los huesos de Seth.
Todo el mundo en la sala se estremeció, todos querían a Seth. Incluso
Rosalie mostró una leve reacción a esto.
Renesmee eshibió su
brillante sonrisa, pero en el recuerdo sus ojos no abandonaron a Jacob a través
del jaleo que siguió. Noté un nuevo ingrediente en el recuerdo mientras
observaba a Jacob, no exactamente protector, sino más bien posesivo.
Edward gimió.
Rosalie también lo hizo, pensando que Carlisle podría tener un punto
sobre que el chucho viajara con ellos... argh.
Percibí la clara impresión
de que estaba contenta de que Seth hubiera interceptado mi salto. Ella no
quería que nadie hiriera a Jacob, porque era suyo.
–Oh, maravilloso –gruñí.
–Perfecto.
"Exactamiente, mis sentimientos" murmuró Edward.
–Seguro que es porque sabe
mejor que todos nosotros –me aseguró Edward, con la voz estirada por su propio
disgusto.
–Ya les dije que le gusto
–bromeó Jacob desde el otro lado de la habitación, con los ojos fijos en
Renesmee. Su broma fue desganada, el tenso ángulo de sus cejas no se había
relajado.
Renesmee palmeó con
impaciencia mi mejilla, exigiendo mi atención.
Todo el mundo se rió de esto.
Otro recuerdo: Rosalie pasando
tiernamente un peine a través de sus rizos. La hacía sentirse bien.
Rosalie estaba radiante con eso.
También apareció Carlisle
con la cinta de medir, y ella sabía que tenía que estirarse y quedarse quieta,
y no le parecía nada interesante.
"Lo siento" dijo Carlisle, riendo.
–Es como si te estuviera
haciendo un resumen de todo lo que te has perdido –comentó Edward en mi oído.
"Bien" dijeron varias personas.
Arrugué la nariz cuando ella
me inundó con el siguiente recuerdo. El olor venía de una extraña taza de
metal, muy dura para que no fuera fácil de morder, y que lanzó un ramalazo de
fuego a mi garganta. Ay.
Todo el mundo se tensó un poco, salvo sorprendentemente, Jasper.
Pareció darse cuenta de que Bella no haría nada con esa memoria, a pesar de que
le hizo arder la garganta. No con la forma en que la había manejado en el
último capítulo, e incluso el anterior... ella sabía cómo controlar su sed como
nunca hubiera creído posible. Por supuesto, se tensó un segundo más tarde
porque la habitación estaba tan llena de tensión que no podía ayudarse así
mismo.
Y entonces Renesmee estuvo
fuera de mis brazos, ahora sujetos a mi espalda. No luché con Jasper, solo
observé el rostro asustado de Edwad.
–¿Qué es lo que he hecho?
"Nada, al parecer" Edward se rió. "Parece que tienes
razón, Jasper."
Jasper se encogió de hombros, satisfecho de que todo el mundo parecía
estar relajado de nuevo.
Edward miró a Jasper que
estaba a mi espalda, y después a mi otra vez.
–Es que ella estaba
recordando la sed –masculló Edward con la frente formando una arruga. –Estaba
recordando el sabor de la sangre humana.
Los brazos de Jasper
apretaron con más fuerza los míos uno contra el otro. Parte de mi cerebro
registró el hecho de que esto no era particularmente incómodo, solo algo
doloroso, como lo habría sido para un humano. Pero si resultaba perturbador.
Estaba segura de que podía evadir su presión pero no iba a luchar.
"Sí, ella podría ... sin embargo, no sería tan fácil como piensas
que será" dijo Jasper.
–Sí –admití. –¿Y…?
Edward me dedicó una vez su
ceño fruncido y entonces su expresión se relajó. Soltó una carcajada.
–Pues parece que nada de
nada. Esta vez he sido yo el que ha reaccionado de forma exagerada, Jazz,
suéltala.
"No es más que un monstruo no importa lo que haga" dijo
Emmett.
"¡Ella no es un monstruo!" dijo Edward entre dientes.
"Sí, un fenómeno muy adorable" se rió Emmett, y Edward rodó
los ojos, pero no discutió más... no tenía sentido discutir con Emmett cuando
se ponía así.
Las manos que me restringían
desaparecieron. Alargué las manos para tomar a Renesmee tan pronto como me vi
libre. Edward me la devolvió sin vacilación.
–No puedo entenderlo
–replicó Jasper. –No puedo soportarlo.
Observé sorprendida que
Jasper retrocedía hasta la puerta trasera. Leah se apartó para darle un amplio
margen de espacio mientras caminaba haci el río, donde se arrojó de un solo
salto.
Renesmee me tocó el cuello,
repitiendo la escena que acababa de presenciar, como en una reproducción
instántanea. Pude sentir la pregunta en su pensamiento, como un eco de la mía.
Ya no me sorprendía su
pequeño y extraño don. Parecía una parte enteramente natural de Renesmee, casi
como si fuera aglo que hubiera que esperar. Quizás ahora, que yo también
formaba parte de lo sobrenatural, no volvería a mostrarme escéptica nunca más.
Pero ¿Qué era lo que iba mal
con Jasper?
"Sí, Jasper, ¿qué te pasa?" preguntó Emmett. "¿Y por qué
no estás mal en esta sala?"
"Ya lo dije, me he acostumbrado a esperar lo imposible de
Bella" sonrió Jasper, y luego añadió en un tono más triste "y que podría
ser un poco molesto que sea tan fácil para ella."
Alice tomó su mano en apoyo, pero no dijo nada.
–Luego regresará –repuso
Edward, no sé si dirigiéndose a mí o a Renesmee. –Necesita un momento a solas
para poder reajustar un punto de vista sobre la vida –una sonrisa asomaba en
las comisuras de su boca.
Otro recuerdo humano, Edward
contándome que Jasper se sentiría mucho mejor si, una vez convertida en
vampiro, me costara habituarme a mi nueva naturaleza. Esto fue en el contexto
de una discusión sobre cuánta gente llegaría a matar en mi primer año de
neófita.
"Obviamente, no va a ser alta" dijo Jasper, sonriendo.
"Sí, sí",se quejó Emmett.
"Sabes, me parece estar ganando más apuestas que tú" bromeó
Jasper.
"Lo que sea" suspiró Emmett. "No es como s pudieras
ganar todas."
–¿Está furioso conmigo? –le
pregunté en voz baja.
Los ojos de Edward se
abrieron como platos.
–No, ¿Por qué tendría que
estarlo?
–¿Pues qué es lo que le pasa
entonces?
–Está furioso consigo mismo,
Bella. Le preocupa que se trate de… una “profecía de cumplimiento inevitable”,
supongo que podría llamarse así.
"¿Cómo es eso?" Carlisle le hizo la pregunta al Jasper de la
habitación.
"Er ... No sé" respondió Jasper. "Nunca pensé en eso...
todavía no, de todos modos."
–¿Cómo es eso? –preguntó
Carlisle antes de que lo hiciera yo.
"Ahora bien, tal vez todos vamos a llegar a saber de que
habla" rió Carlisle.
–Se está preguntando si la
locura de los neonatos es algo realmente tan difícil de superar como siempre
hemos pensado, o si, por el contrario, con la orientación y la preparación
adecuadads, cualquiera podría desempeñarse tan bien como Bella.
Jasper tenía el ceño fruncido en aquel momento; era una pregunta
interesante.
–Inclsuso que quizás él ha
experimentado una dificultad tan grande solo porque pensaba que ello era
natural e inevitable. Quizá si hubiera esperado más de si mismo habría podido
hacerlo igual de bien. Tú le estás haciendo plantearse un montón de cosas que
hemos dado por supuestas e imposibles de cuestionar, Bella.
"Me pregunto si eso es cierto" dijo Jasper.
"Hablar de una profecía de cumplmiento inevitable" se rió
Alice. "No hubieras estado pensado en esto, si no te hubieran dicho sobre
esto"
Jasper sonrió, aunque todavía estaba pensando en esto. Iba a tener que
aumentar sus expectativas y ver si eso ayudaba.
"Eso sólo va a funcionar si realmente quieres" dijo Edward.
"Es cierto, pero ¿no he acordado que ya me gustaría probarlo?"
suspiró Jasper. "¿Que iba a asegurarme de que no ataco a Bella por
cualquier medio necesario ...?"
"Eso es verdad" coincidió Edward.
–Pero eso es injusto –repuso
Carlisle. –Todos somos diferentes, cada uno de nosotros tiene sus propios
retos. Es posible que el comportamiento de Bella se salga de lo natural, pero
quizá sea ese su don, por decirlo de algún modo.
Me quedé helada por la
sorpresa. Renesmee notó el cambio de mi estado de ánimo y me tocó. Recordó el
último segundo y preguntó por qué.
–Es una teoría muy
interesante y bastante pausible –repuso Edward.
"¿No vas a responderle a Renesmee?" Emmett hizo un puchero.
Durante un espacio de tiempo
diminuto, me sentí disgustada. ¿Qué? ¿No había visiones mágicas, ni formidables
capacidades ofensivas, como por ejemplo, lanzar rayos por los jos o algo así?
"¡Sería increíble!" gritó Emmett.
¿Nada útil ni genial?
Y entonces me di cuenta de
lo que eso podría significar, si mi superpoder no era más que un autocontrol
excepcional.
"Ella parece estar volviendo a su teoría de héroes después de todo"
rió Emmett.
En primer lugar, al menos
poseía un don, porque podía no haber tenido ninguno
"Er ... sigo pensando que su don es su mente silenciosa" dijo
Alice.
Pero, mucho más que eso, si
Edward tenía razón, entonces podría saltarme la parte que más temía.
¿Qué pasaría si no tenía que
comportarme como un neonato? Al menos no tendría que ser una desquiciada
máquina de matar. ¿Qué pasaba si pudiera encajar correctamente en la familia
Cullen desde el primer dá? ¿Qué pasaría si no tenía que esconderme por ahí, en
algún lugar remoto, durante un año mientras maduraba? ¿Y que si, como Carlisle,
nunca tenía que matar ni a una sola persona? ¿Qué si podía ser un vampiro bueno
desde el primer momento?
"Me parece tan inverosímil, pero creo que ella podría hacer eso"
dijo Edward.
"En realidad, no parece pausible" dijo Emmett.
"No fue mi intención, después de que hemos visto lo que puede
hacer" Edward rodó los ojos. "Me refiero en el sentido de que es
imposible creer que cualquier recién nacido podría actuar de esta manera."
Podría ver a mi padre.
Suspiré tan pronto como la
realidad se filtró a través de la esperanza. Tampoco podría verlo tan pronto.
Los ojos, la voz, el rostro perfeccionado. ¿Qué le podría decir? ¿Cómo iba a empezar
siquiera? Estaba secretamente aliviada de que tuviera alguna excusa para
apartar ese tema durante un tiempo. Del mismo modo que quería encontrar la
manera de mantener a Charlie en mi vida, también me aterrorizaba ese primer
encuentro. Viendo cómo sus ojos se abrían de repente al tocar mi nuevo rostro,
mi nueva piel, sabiendo que se asustaría. Preguntándome qué extraña explicación
se formaría en su cabeza.
Era lo bastante cobarde para
esperar un año mientras mis ojos se enfríaban. Y mira por dónde había sido yo
la que había pensado que, una vez convertida en algo indestructible, no
volvería a tener miedo de nada.
"Obviamente, no va a impedirle preocuparse" se rió Emmett.
–¿Has visto alguna vez el
autocontrol como un talento en alguien que conociera? –le preguntó Edward a
Carlisle. –¿Crees realmente que es un don o solo un producto de toda su preparación?
Carlisle estaba a punto de abrir la boca para decir algo, pero decidió
que iba a dejar que su yo del libro responda primero.
Carlisle se encogió de
hombros.
–Es algo similar a lo que
Shiobhan era capaz de hacer, aunque ella nunca lo llamó don.
–Shioban, ¿tu amiga del
aquelarre irlandés? –inquirió Rosalie. –No tenía idea de que tuviera algo
especial. Pensé que la que tenía algún talento distintivo en aquel grupo era
Maggie.
–Bueno, Shioban creía lo
mismo, pero ella tenía ese modo de decidir sus objetivos y entonces casi…
convertirlos en realidad con solo desearlos. Ella consideraba que era
únicamente el resultado de un buen planeamiento, pero yo siempre me he
preguntado si no seria algo más. Como cuando ella incluyó a Maggie, por
ejemplo. Liam era muy territorial, pero Shioban quería que eso funcionara, y
así ocurrió.
"¿Cuántas veces se produjo algo como eso?" preguntó Jasper.
"No estoy seguro" respondió Carlisle "pero he visto que
lo hizo un par veces."
Jasper asintió con la cabeza, pensando que Carlisle podría tener un
punto allí.
Edward, Carlisle y Rosalie
se acomodaron en unas sillas mientras continuaban con su conversación. Jacob se
sentó al lado de Seth con ademán protector, y aspecto de estar aburrido. Por el
modo en que empezaron a caérsele los párpados, estaba segura de que se quedaría
inconsciente de un momento a otro.
Escuché, pero mi atención
estaba dividida, Renesmee estaba todavía contándome lo que había hecho ese día.
La sostuve al lado de la pared de cristal, con mis brazos meciéndola de forma
automática mientras nos mirábamos a los ojos.
Comprendí que los demás no
tenían motivo para sentarse. Yo estaba muy a gusto de pie, me resultaba tan
descansado como estirarme en una cama. Sabía que sería capaz de permanecer así
durante una semana, sin moverme, y que me sentiría tan relajada al final de los
siete días como lo había estado al principio.
"Bueno, podrías tener un poco de sed" señaló Alice "pero
por lo demás está bien."
Se sentaban por una cuestión
de hábito. A los humanos les resultaría extraño alguien capaz de estar horas
sin ni siquiera cambiar el peso de un pie a otro. Incluso ahora, veía cómo
Rosalie se pasaba los dedos entre el pelo y a Carlisle cruzar las piernas. Eran
pequeños movimientos que les evitaban una inmovilidad completa, y le permitían
parecer menos vampiros. Tendría que prestar atención a lo que ellos hacían y
comenzar a practicar.
Apoyé el peso en la pierna
izquierda y me sentí algo tonta.
"Uno se acostumbra a ella" Carlisle rió.
Quizá pretendían darme un
ratito a solas con mi bebé, tan a solas como fuera posible sin amenazar su
seguridad.
Renesmee me contó todo lo
que había hecho en ese día, minuto por minuto. Y a tenor de sus historietas
tuve la sensación de que ella deseaba tanto como yo que yo las conociera hasta el
último detalle. Le preocupaba que me hubiera perdido algo, como los gorriones
que se le habían acercado a saltitos mientras Jacob la sostenía, los dos muy
quietos al lado de uno de los grandes abetos. Los pájaros jamás se hubieran
acercado a Rosalie.
Todo el mundo estaba sonriendo a la escena, y Emmett se rió de la
última observación.
O aquella pringosa y
rarísima cosa blanca, la fórmula láctea para bebés que Carlisle había vertido
en su copa, que olía a una especie de polvo amargo. O la canción que Edward le
había cantado en voz baja, tan bonita que Renesmee me la reprodujo dos veces.
"¿Le compusiste una canción?" sonrió Esme.
"Al parecer" Edward sonrió también.
"¿Has pensado en ella también?" preguntó Esme, pensando en
cómo Edward había tocado la nana de Bella cuando habían oído hablar de ella en
el libro.
"He estado pensando en algo" admitió Edward, "pero nada
en concreto todavía."
Estaba sorprendida de haber
participado en el entorno de ese recuerdo, perfectamente inmóvil, pero con un
aspecto bastante maltrecho. Me estremecí, recordando aquel momento desde mi
propia perspectiva. Aquel odioso fuego…
Edward se tensó ante la mención del fuego.
Después de casi una hora,
mientras los otros seguían por completo absortos en su conversación y Seth y
Jacob roncaban de modo armónico en el sofá, los recuerdos de Renesmee
comenzaron a disminuir su ritmo. Se volvieron algo borrosos en los bordes y s
descentraron antes de terminarse. Estaba a punto de interrumpir a Edward,
sintiéndome aterrorizada por si algo le pasaba, cuando sus párpados gordezuelos
formando una perfecta “o” y los ojos se cerraron de forma definitiva.
"Aww... está cansada" arrulló Rosalie.
Se le cayó la mano de mi
mejilla mientras se reacomodaba para dormir, y sus párpados parecían tener el
mismo pálido color lavanda de las nubes justo antes de la salida del sol. Con
mucho cuidado para no molestarla, levanté su manita y la apoyé contra mi piel
por curiosidad. Al principio nada, pero luego, después de unos cuantos minutos,
aparecieron unos colores fluctuantes, como un puñado de mariposas que fuera
volando entre sus pensamientos.
"Parece que Eddy no es el único que podría llegar a ver sus
sueños" sonrió Emmett.
Hipnotizada, continué
observando sus sueños, que no tenían sentido alguno. Solo colores, formas y
rostros. Me agradó ver lo a menudo que aparecía mi rostro, ambas caras, la
espantosa humana y la gloriosa inmortal, en sus pensamientos inconscientes. Más
que Edward o Rosalie. Estaba a la par con Jacob, y procuré que esto no me
afectara.
Edward no parecía estar tan bien con eso. "Ella ve al perro más
que a mí" murmuró.
Por primera vez, comprendí
como Edward había podido pasarse noche tras noche observándome dormir, solo
para escucharme en mis sueños. Yo sería capaz de estar observando dormir a Renesmee
toda mi vida.
El cambio en el tono de la
voz de Edward captó mi atención cuando dijo “por fin” y se volvió a mirar por
la ventana. Esa de noche fuera, una noche cerrada de color cárdeno, pero podía
ver tan lejos como siempre. Nada quedaba oculto en la oscuridad, simplemente
habían cambiado de color.
Leah, aún enfadada, se
levantó y escabulló de modo furtivo entre los arbustos cuando Alice apareció al
otro lado del río, balanceándose hacia adelante y hacia atrás en una rama como
una artista del trapecio, con los dedos de los pies pegados a las manos, antes
de arrojar su cuerpo en una graciosa voltereta hacia el río. Esme hizo un salto
mucho más convencional, mientras que Emmett se lanzaba contra el agua,
chapoteando de tal modo que las salpicaduras llegaron hasta las ventanas
traseras. Para mi sorpresa, Jasper los siguió, con su propi y eficaz salto de
aspecto sobrio pero sutil frente al de los demás.
"Nunca entendí por qué tienes que saltar a través del agua de esa
manera" Rosalie sacudió la cabeza.
"Es sólo el agua... ¿por qué evitarlo?" Emmett se encogió de
hombros.
La amplia sonrisa que se
extendía por el rostro de Alice me resultó familiar en una oscura y extraña
manera. Todo el mundo me sonreía de pronto, Esme con dulzura, Emmet excitado,
Rosalie con expresión de suficiencia, Carlisle indulgente y Edward, expectante.
"¿Por qué estamos todos sonriendo?" preguntó Emmett.
"Estoy seguro de que lo sabremos pronto" se encogió de
hombros Edward.
Alice se deslizó dentro de
la habitación delante de todos los demás, con la mano extendida delante de ella
y una impaciencia que casi se podía ver, como un aura rodeando su cuerpo. Traía
en la palma de su mano una llave de bronce de aspecto cotidiano con un enorme
lazo rosa de satén atado.
Me dio la llave y yo automáticamente
agarré a Renesmee con más firmeza con mi brazo derecho para poder estirar el
izquierdo y tomarla. Alice dejó caer la llave sobre mi mano.
–¡Feliz cumpleaños!
–canturreó.
"Oh" dijo Edward y luego sonrió. "Me pregunto si ella
aceptará los regalos mejor, ahora."
Hubo una pausa antes de que todos a la vez respondieran: "No"
Puse los ojos en blanco.
–Nadie empieza a contar su
cumpleaños el día de su nacimiento –le recordé. –El primer cumpleaños se
celebra al año de haber nacido, Alice.
Su gran sonrisa se volvió
petulante.
–No estamos celebrando tu
cumpleaños como vampira, al menos todavía no. Hoy estamos a trece de
septiembre, Bella. ¡Feliz diecinueve cumpleaños!
"Oh, sí, a ella realmente le va a gusta" se rió Emmett.
"Ah... ese fue el final del capítulo"
que ahora estaba haciendo pucheros, mientras le entregaba el libro a
Esme de mala gana.
"Ya sabes, si ella no quiere contar su cumpleaños vampiro como en
la actualidad, sólo tendremos que celebrar los dos por separado" Alice
sonrió maliciosamente.
"Estoy seguro de que le va a gustar la idea" Edward se rió.
"Oh, a ella le encantará" sonrió Alice.
Cuando continuas con lo demas??? Estoy ansiosa!!! Me encanta este blog!!
ResponderEliminarQue coraje me daban estos capitulos,todos parecian padres de Renesme menos los propios Edward y Bella!!!Menos mal que luego cambia jejeje WIIII se viene el cumpleaños!!Gracias a ti y a la traductora!
ResponderEliminarContinúa porfa,quiero seguir leyendo
ResponderEliminarMe preguntaba si vas a continuar con sol de medianoche? Es que me gustaría leerlo
Gracias por publicarlo y gracias a la traductora por traernos este capítulo
Amo tu historia,soy una nueva lectora y en verdad me encanto amo como escribes
ResponderEliminarActualiza pronto porfavor
Saludos📄👌😌
Hola, antes que nada creo que se me ha pasado poner la aclaración varios capis, pero esta historia no es de nosotras, todos personajes pertenecen a stephenie meyer y el fanfic original es de choiceshp, nosotras solo lo traducimos y actualmente la traductora es Lorena Espinosa, aun así, nos encanta que te guste, estamos igual, nos encanta la historia, esperamos que continues en el blog, un placer.
Eliminar