CAPITULO 39. Y VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES.
TRADUCCIÓN: Anne Roses
“Y vivieron Felices y comieron perdices," Esme leyó con una sonrisa.
—Fue un cúmulo de circunstancias, pero al fin todo se
redujo a... Bella —explicó Edward.
"Obviamente," dijo
Edward con orgullo.
Nuestra familia y los dos invitados restantes permanecían
sentados en el gran salón de los Cullen mientras, más allá de las ventanas,
oscurecía el bosque. Vladimir y Stefan habían desaparecido antes de que
hubiéramos dejado de celebrarlo. Ambos estaban de lo más decepcionados con el
giro final de los acontecimientos, aunque Edward aseguraba que habían disfrutado
de la cobardía de los Vulturis lo bastante como para endulzarles la
frustración.
"Puedo ver eso", se
rió Emmett.
"Además, Creo que tienen
mucho más que ver aparte de sólo ver a los Volturi huir," dijo Jasper. “En
la actualidad hay una gran cantidad de personas que han visto el lado más
oscuro de los Volturi, que es algo que los rumanos realmente querían que pasara".
Benjamin y Tia enseguida se pusieron a seguir el rastro de
Amun y Kebi, ansiosos por hacerles saber el feliz desenlace del conflicto.
Estaba segura de volver a verlos, al menos a Benjamin y a Tia... Ninguno de los
nómadas se demoró demasiado. Peter y Charlotte mantuvieron una breve
conversación con Jasper antes de marcharse también.
Las reencontradas amazonas también se habían mostrado
impacientes por regresar a su entorno lleno de vegetación, pues se les hacía
muy difícil vivir lejos de sus amadas selvas, aunque fueran más reacias a
marcharse que el resto de los huéspedes.
— Debes traer a la niña
de visita —había insistido Zafrina—. Prométemelo, jovencita.
"Yo sé que ella está
hablando con Bella, pero aun así es difícil pensar en ella como una joven,"
dijo Emmett. "Ella no lo hace parecen ser joven en absoluto".
Nessie había presionado su mano, apoyada en mi nuca,
incorporándose a la súplica.
— Por supuesto, Zafrina
—convine.
— Seremos grandes amigas,
Nessie —aseguró la indómita mujer antes de partir en compañía de sus hermanas.
El éxodo continuó con el aquelarre irlandés.
— Bien hecho, Siobhan —la
elogió Carlisle mientras se despedían.
Todo el mundo se rió de eso.
“Es posible que haya sido de
ayuda en algo, Carlisle," sonrió Edward. "Ella realmente consigue lo
que quiere incluso en contra de las probabilidades."
— Ah, el poder de las
ilusiones vanas... —respondió ella con sarcasmo mientras ponía los ojos en
blanco—. Por supuesto, esto no ha terminado —añadió, esta vez hablando en
serio—. Los Vulturis no van a perdonar lo ocurrido.
"No, no lo harán,"
dijo Edward, "pero ahora ni siquiera saber de esto hace que sepa que hacer
sobre eso."
"No hay nada que
hagamos," Carlisle suspiró. "No corresponde a nosotros juzgar o hacer
algo al respecto."
Edward asintió con la cabeza,
pero podía escuchar los pensamientos de Carlisle, por supuesto. Eran
conscientes y él no iba realmente a dejar descansar el tema, a pesar de que no
haría nada precipitado tampoco.
Edward era el único que podía responder a eso.
— Se han llevado un buen
revolcón y su confianza se ha resquebrajado, pero sí, estoy seguro de que algún
día se recobrarán del varapalo y entonces imagino que intentarán darnos caza
por separado... —concluyó con ojos entrecerrados.
— Alice nos avisará
cuando intenten asestar su golpe —repuso Siobhan con aplomo
Alice
hizo una mueca a eso. "Lo que significa que siempre voy a estar mirando a
una señal de los Volturi. Eso va a ser aburrido ".
— y volveremos a reunimos
en tal caso. Tal vez haya llegado la hora y nuestro mundo esté preparado para
liberarse de los Vulturis.
— Tal vez llegue ese
momento —replicó Carlisle— y estaremos juntos de ser así.
— Sí, amigo mío, así será
—convino Siobhan—. Aunque yo sola meta la pata, ¿cómo vamos a fallar todos
juntos?
Y luego soltó una gran carcajada.
Carlisle sonrió, aunque con
desgana a eso.
— Exactamente —dijo Carlisle,
que abrazó a Siobhan para estrechar a continuación la mano de Liam—. Haced lo
posible por hallar a Alistair y explicadle lo sucedido. No me seduce la idea de
que se pase toda una década escondido tras una roca.
Emmett se rio y Carlisle
sacudió la cabeza divertido.
Siobhan soltó otra risotada. Maggie nos abrazó a Nessie y a
mí; después, el aquelarre irlandés se marchó. El aquelarre de Denali fue el
último en emprender la partida. Garrett se marchaba en su compañía, y allí se
iba a quedar, de eso estaba bastante segura.
"Bueno, eso es
bueno", dijo Esme. "Vamos a tener que tratar de encontrar alguna manera
de enviar a Garrett con las Denalis ".
“Eso debería ser
interesante", se rió Emmett. "Parece que podríamos ser casamenteros,
extraordinario."
Ni Tanya ni Kate soportaban la atmósfera de júbilo
imperante. Necesitaban tiempo para lamentar la pérdida de su hermana.
Huilen y Nahuel fueron los únicos en quedarse, pese a que
yo esperaba que se hubieran marchado con las amazonas.
“Pero ellos quieren saber más acerca
de Nessie, ¿no es así", dijo Carlisle. "Es decir, que tienen que
haber visto a otros porque su padre
... "Carlisle dijo esta palabra con una mueca, como si pensara que era demasiado
buena la palabra para el hombre que había engendrado a Nahuel, "... tiene
otros niños. Todavía creo que el niño estaría interesado en ver a uno”.
"Sí, muy
interesado," Emmett añadió, moviendo las cejas sugestivamente y Edward
siseó.
"No me refiero a que sea
de esa manera," Carlisle suspiró. "Sólo quería decir que en un mundo
que tiene tan pocos híbridos, que querría saber los que pueda ".
Carlisle se sumió en una intensa conversación con Huilen, y
estaba fascinado. Nahuel permanecía sentado junto a ella, escuchando mientras
Edward nos contaba a los demás el resto de la historia del conflicto, cuyas interioridades
sólo él conocía.
"Me gusta esta cosa como
la audición de su punto de vista," dijo Jasper. "Tu entiendes todo lo
que está pasando... es bastante interesante. A menudo me preguntaba cómo te
habría ido en un ejército de neófitos... "
“Probablemente lo suficientemente
bien, y me perdóname por decir esto, pero lo bastante consciente de que yo no
lo era," Edward rio.
Jasper se rio entre dientes.
"Obviamente. No se lo deseo a nadie que la vida... Es sólo un pensamiento
perdido que tenía."
— Alice le facilitó a Aro
la excusa necesaria para abandonar la lucha. Probablemente, habría seguido
adelante con su plan original de no haber estado tan aterrado por Bella.
— ¿Aterrado ese...? ¿De
mí? —salté, muy escéptica.
"Sí, pequeña Bella, eres
bastante aterradora", sonrió Emmett. "Especialmente para los matones
que hacen trampa cuando están luchando."
Me dedicó una sonrisa mientras me lanzaba una mirada que no
reconocí del todo; era tierna, pero también con una nota de sobrecogimiento e incluso
de exasperación.
Luego, siguió hablando para los demás y para mí.
— Los Vulturis no han
librado una lucha limpia en veinticinco siglos, y nunca, nunca jamás, han
combatido en una batalla donde estuvieran en posición de desventaja, en
especial desde que Jane y Alec se incorporaron a sus filas. Sólo han tomado
parte en masacres sin oposición.
«Deberíais haber visto qué aspecto ofrecíamos a sus ojos.
Alec priva a las víctimas de los sentidos y los sentimientos mientras se
celebra el simulacro de juicio. Así nadie sale por pies cuando se anuncia el
veredicto. Pero nosotros seguíamos allí: preparados, alerta y en superioridad,
y teníamos dones sobrenaturales de nuestra parte mientras que Bella anulaba los
suyos. Aro sabía que, al tener a Zafirina de nuestro lado, eran ellos quienes
iban a quedarse ciegos en cuanto comenzara el combate. Estoy seguro de que
habríamos sufrido unas pérdidas terribles, pero las suyas no habrían sido
menores, y existía una alta posibilidad de que ellos perdieran. Nunca antes se
habían enfrentado a esa eventualidad y no estaban dispuestos a hacerlo ahora.
Emmett estaba riéndose a lo
largo de este párrafo como todos los demás sonriendo.
— Resulta difícil
sentirte cómodo cuando estás rodeado por hombres lobo del tamaño de un caballo
—espetó Emmett mientras palmeaba el brazo de Jacob.
Este le devolvió una enorme sonrisa.
— Lo primero que les
detuvo fueron los lobos —dije yo.
"Sí, como dije, fue un
movimiento brillante para hacer cuando llegaron de esa manera," sonrió
Jasper.
— Por supuesto —coincidió
Jacob.
— Totalmente de acuerdo
—admitió Edward—. Ésa era otra imagen que jamás habían presenciado. Los
verdaderos Hijos de la Luna no se mueven en manadas y no suelen tener mucho
control de sí mismos. Diecisiete enormes lobos disciplinados era una sorpresita
para la que no estaban preparados. De hecho, a Cayo le aterran los licántropos.
Estuvo a punto de perder en un enfrentamiento con uno de ellos hace unos miles
de años, y no lo ha olvidado jamás.
"Si iba perdiendo la
pelea contra uno, ¿por qué sigue vivo?" preguntó Emmett, mirando a Edward.
"No sé", se encogió
Edward. "Debo haber recogido algo en el claro..."
Emmett luego miró a Carlisle,
expectante, pero él negó con la cabeza.
"Eso no es algo que Cayo
querría extendido por todos lados", dijo Carlisle. “No He oído nada de
esto."
— Entonces, ¿existen
hombres lobo de verdad, de los que se transforman con la luna llena y a los que
les afectan las balas de plata? —quise saber.
Jacob resopló. "Cierto. ¿Eso me hace imaginario?"
"No, te hace un mentiroso
estúpido", resopló Emmett.
"En realidad no es un
mentiroso, solo está mal informado", dijo Carlisle.
— Lo de la luna llena sí
es cierto; lo de las balas de plata, no —me explicó Edward—. Los hombres lo
incluyeron luego en los mitos con la finalidad de que pudieran creerse que
tenían una oportunidad. No quedan muchos, la verdad, pues Cayo los ha cazado
hasta su práctica extinción.
— ¿Y por qué nunca lo has
mencionado...?
— No surgió el tema.
Puse los ojos en blanco. Alice se hallaba debajo del otro
brazo de Edward. Se inclinó hacia delante mientras se echaba a reír y me guiñó
un ojo. Le devolví la mirada de
complicidad.
"Ella está enfadada
conmigo," frunció el ceño Alice.
La quería con locura, por supuesto, pero empezaba a
sentirme irritada con ella ahora que había tenido ocasión de asimilar que estaba
de verdad en casa y que su defección no había sido más que un ardid para que
Edward creyera que nos había abandonado.
"Sí... ciertamente parece
que está enojada contigo", se rio Emmett.
"Pero sabía que tenía que
hacerlo," Alice se quejó, "y ella tiene que entender que debe haber
sido difícil para mí hacer eso ".
Me debía una explicación. Alice suspiró.
— Hala, suéltalo todo,
desahógate.
— ¿Cómo pudiste hacerme
eso, Alice?
— Era necesario.
— ¿Necesario? —estallé—.
Me tenías totalmente convencida de que íbamos a morir todos. He estado hecha
una piltrafa durante semanas.
“Sí, pero ¿qué hay de nuevo en
eso?" Emmett se rio entre dientes y Edward miro de mala manera. "Vamos, Eddy, incluso debe haberse dado cuenta de que,
si Alice se hubiera quedado, Bella habría encontrado alguna otra cosa de qué
preocuparse. Es lo que hace y con los
Volturi viniendo, era probable que hubiera encontrado algo de alguna manera”.
"Supongo," Edward
concedió, pero él todavía estaba mirando mal a Emmett.
— Y eso podía haber
ocurrido —repuso con calma—, y en tal caso debías estar preparada para salvar a
Nessie.
La niña dormía sobre mi regazo. La aferré con más fuerza de
forma instintiva.
— Pero conocías la
existencia de otras opciones —la acusé—, sabías que existía una esperanza. ¿No
se te ocurrió pensar que podías contármelo todo? Sé que Edward debía pensar que
estábamos en un callejón sin salida cuando Aro le leyera la mente, pero a mí sí
podías decírmelo.
Ella me dirigió una mirada pensativa.
— Yo no lo veo de ese
modo —replicó—. Fingir no es lo tuyo, sólo eso.
— Ah, esto tiene que ver
con mis dotes interpretativas...
Emmett y Alice rieron
abiertamente mientras que Rosalie y Jasper trataron con todas sus fuerzas de no
mostrar su diversión. Esme y Carlisle realmente no estaban mejor. Edward miró
mal a la mayoría de ellos, aunque tuvo que admitir que Alice tenía un buen
punto.
— Baja un poco la voz,
Bella. ¿Te haces una idea de lo complicado que ha sido montar todo esto? Ni
siquiera estaba segura de que existiera alguien como Nahuel. Lo único que sabía
era que debía encontrar a alguien a quien no podía ver. Prueba a imaginar cómo
puede ser la búsqueda de un punto ciego. No es de las cosas más fáciles que he
hecho, precisamente. Además, debíamos enviar de vuelta al testigo clave, como
si no fuéramos ya bastante mal de tiempo. Y mantener los ojos abiertos todo el
tiempo por si me lanzabas nuevas instrucciones, porque en algún momento me
tendrás que explicar qué es lo que hay en Río.
Alice se rio entre dientes.
"Supongo que yo no entendía el mensaje en absoluto."
» Y por encima de todo debía estar atenta a cualquier treta
de los Vulturis a fin de dejarte las pistas necesarias para que pudierais estar
listos y afrontar sus planes de ataque. Y yo sólo contaba con unas pocas horas
para rastrear todas esas posibilidades. Y sobre todo, había de asegurarme de
que creyerais que os había dejado en la estacada, para que Aro estuviera seguro
de que no os reservabais ningún as en la manga. De lo contrario, jamás habría
actuado como lo hizo. Y si te piensas que no me sentía fatal...
"Aw," Esme dijo e
inmediatamente estaba abrazando a Alice hacia ella.
“Realmente no me siento así
ahora," Alice se rio, pero estaba contenta de que Esme aún se aferró a
ella cuando empezó a leer de nuevo.
— Vale, vale —la
interrumpí—. ¡Perdón! Sé que también fue duro para ti. Es sólo que... Bueno, te
eché muchísimo de menos. No vuelvas a hacérmelo, Alice.
El trino de su risa se dejó oír por toda la habitación.
Todos sonreímos al volver a escuchar esa música de nuevo.
— También yo te eché de
menos, así que perdóname, e intenta contentarte con ser la súper heroína del
día.
"Ella realmente era bastante
sorprendente, no es cierto," sonrió Edward.
"Sí, sí, Bella es genial,
todos sabemos eso," Emmett dijo rodando los ojos, tratando de parecer
impaciente pero no funcionó debido a que estaba sonriendo.
"Aunque creo que Alice
era un héroe también," añadió Edward, sonriendo a su hermana.
"Sí, llegando justo a
tiempo así... eras una súper heroína,"
dijo Esme alegremente.
"Justo a tiempo...
apuesto a que ella estaba esperando en el bosque, simplemente esperando el momento
oportuno", sonrió Emmett.
"Eso sería una buena
estrategia, yo creo," dijo Jasper. "Esto, obviamente, tuvo que
trabajarse en una estrecha tabla de tiempo, o habría sido arruinada ".
"Bueno, de todos modos,
es finjamos que estás jugando junto con la teoría de superhéroes de
Bella", se rio Emmett.
Todos se rieron de nuevo y a mí me entró una gran vergüenza,
por lo que oculté el rostro entre el cabello de Nessie. Edward retomó el
análisis de cada cambio de intención y los intentos de control acaecidos
durante la confrontación, asegurando que era mi escudo lo que había provocado
la huida de los Vulturis con el rabo entre las piernas. Todos, incluso Edward,
me observaron de un modo que me hizo sentir muy incómoda. Era como si hubiera
crecido treinta metros en el transcurso de la mañana.
"Sí, bueno, en cierto
modo, lo hiciste," dijo Jasper.
"Mantiene sus habilidades,
en lo más mínimo", sonrió Edward.
Estaban impresionados, y yo procuré ignorar sus miradas,
manteniendo mis ojos fijos en el rostro dormido de Nessie y en la expresión
inalterada de Jacob, para quien yo siempre iba a ser Bella, y eso resultaba un
alivio.
La mirada más difícil de ignorar era precisamente la que
más capacidad tenía de confundirme.
No era como si Nahuel (el semihumano y semivampiro)
estuviera acostumbrado a pensar en mí del mismo modo que el resto. Hasta donde
él sabía, yo me pasaba el día rodeada de vampiros hostiles y demoledores por lo
que la escena del prado no tenía que haber sido nada extraña para él. Pero el
joven no apartaba los ojos de mí, o tal vez no dejara de mirar a Nessie, lo
cual también me hacía sentir muy incómoda.
"Mira, yo no soy el único
que piensa que a este tipo Nahuel podría gustarle Nessie," Emmett se rio
con aire de suficiencia.
No debía haber pasado por alto que Nessie era la única
mujer de su clase que no era medio hermana suya.
Pensé que a Jacob todavía no se le había ocurrido esa idea
y tuve la esperanza de que eso no ocurriera pronto, pues ya había tenido suficientes
enfrentamientos por una larga temporada.
Emmett, por otra parte,
parecía querer hacer todo para ver el conflicto entre los dos.
"¿Quieres dejar
eso?" Edward siseó, no le gustaban las reflexiones de su hermano en
absoluto.
"No es probable,"
Emmett sonrió.
Al final, los demás empezaron a bombardear a preguntas a
Edward y la discusión general se disolvió en un manojo de conversaciones
privadas.
Me sentí extrañamente fatigada. No tenía sueño, por
descontado, pero sí notaba en los huesos que el día había sido demasiado largo.
Añoraba un poco de paz, algo de tranquilidad. Quería que Nessie descansara en
su propia cama y sentir las paredes de mi casita alrededor.
Miré a mi esposo y por un instante creí que era capaz de
leerle la mente. Noté que él sentía justo lo mismo, estaba listo para disfrutar
de un poco de paz.
— Deberíamos acostar a
Nessie...
— Quizá sea buena idea
—convino enseguida—. Estoy convencido de que no ha descansado bien la noche
pasada con tanto ronquido.
Sonrió a Jacob, que puso los ojos en blanco y luego
bostezó.
— Hace un mogollón de
tiempo que no duermo en una cama. Mi viejo estaría encantado de tenerme de
nuevo bajo su techo, os apuesto lo que queráis...
Le acaricié la mejilla.
— Gracias, Jacob.
— Estaré cuando lo
necesites, Bella, pero eso ya lo sabes. —Se puso en pie, se desperezó y nos
besó en la coronilla a Nessie y a mí. Al final, palmeó el hombro de Edward—. Os
veo mañana, tíos. Supongo que ahora todo va a ser un muermazo, ¿no?
“Espero que sí, de corazón” contestó
Edward.
— Espero que sí, de
corazón —contestó Edward.
"Creo que es posible que
desees un poco de paz, ¿ah Eddy?" Emmett se rio entre dientes.
"Obviamente," dijo
Edward. "Después de todo lo que ha ocurrido en los últimos dos años... en
estos libros, es decir, yo creo que mi yo del libro sería muy feliz si no pasa
nada emocionante desde ahora."
"¿Que pasa contigo?"
preguntó Emmett. "¿Qué estás esperando?"
"Una gran cantidad de
cosas," dijo Edward. "En primer lugar, espero que mi primera reunión
con Bella vaya bien, pero hay tanto que tengo que hacer antes de que esté listo
para eso. Y hay cosas que creo que necesito hacer antes de que ella llegue".
"¿Cómo qué?"
preguntó Emmett.
"Hablaremos cuando
terminemos el libro", dijo Edward. "Me gustaría pensar que no queda
mucho ahora."
Nos levantamos en cuanto él se hubo marchado. Fui alterando
la posición para no mover a Renesmee. Estaba muy contenta de verla dormir tan
profundamente después de que hubiera tenido que soportar tanta presión. Era
tiempo de que volviera a ser una niña, protegida y segura durante los pocos
años de su infancia.
La perspectiva de paz y seguridad me recordó la existencia
de alguien que no había conocido ninguno de esos sentimientos ni un minuto.
— Ah, una cosa, Jasper
—comenté mientras nos dirigíamos a la puerta.
Él se hallaba entre Alice y Esme, y no sabía por qué, pero
la imagen parecía más hogareña de lo normal.
Jasper sonrió ante eso.
"Por supuesto que es el
centro de nuestra imagen de la familia. Jasper es muy importante para nosotros,"
dijo Esme en su feroz y voz amorosa.
La sonrisa de Jasper se hizo
más grande y ahora Alice estaba radiante, también.
— ¿Sí, Bella?
— Me pica la curiosidad.
¿Por qué J. Jenks se quedó helado de miedo nada más oír tu nombre?
Jasper se rió entre dientes.
Jasper se rio entre dientes.
— La experiencia me dice
que el miedo es un incentivo más fuerte que la expectativa de lucro para que
funcionen ciertas relaciones laborales.
Esme lo miró y Jasper se
encogió de hombros.
Torcí el gesto mientras me prometía en mi fuero interno
encargarme yo misma de esa relación laboral a partir de ese momento y ahorrarle
a J el ataque al corazón, que debía de estar al caer.
"Estoy de acuerdo con eso
de todo corazón," dijo Esme.
Besamos y abrazamos a todos los miembros de nuestra familia
antes de darles las buenas noches. Nahuel volvió a ser la única nota
discordante. Nos miró fijamente mientras nos marchábamos, como si deseara
seguirnos.
Tras cruzar el río, caminamos cogidos de la mano a un ritmo
apenas más veloz que el de los humanos. No había prisa. Me había hartado de
estar siempre al límite y ahora quería tomarme mi tiempo. Edward parecía sentir
lo mismo.
— Debo reconocer que en
este momento Jacob me tiene muy impresionado —me dijo Edward.
Rosalie hizo una mueca a eso.
— Los lobos ya no causan
el mismo impacto, ¿eh?
— No me refería a eso. No
ha pensado en todo el día que, de acuerdo con lo expuesto por Nahuel, Nessie
habrá alcanzado su plena madurez en sólo seis años y medio.
Esta vez, Edward y Rosalie
hicieron muecas.
"Al menos no estaba
pensando en eso", dijo Carlisle razonable. "No es la forma en que ve
a Nessie de todas..."
"En este momento,"
agregó Emmett y se agachó cuando Edward fue a pegarle, pero no fue lo
suficientemente rápido como para esquivar el ataque de Rosalie.
Consideré el asunto durante cerca de un minuto.
— Ni la ve de ese modo ni
tiene prisa por que crezca. Únicamente desea su felicidad.
— Lo sé. Como te he
dicho, es impresionante. Me fastidia mucho decirlo, pero a la niña le podría
haber ido peor.
Fruncí el ceño.
— No voy a pensar en eso
hasta dentro de unos seis años y medio.
"Me gusta su forma de
pensar," dijo Rosalie.
"A mí no," rio
Emmett. "Creo que lo mejor es que me burle de Eddy acerca de esto tanto
como me sea posible."
"Me he dado cuenta,"
se quejó Edward.
Edward se carcajeó y luego suspiró.
— Va a tener competidores
por los que preocuparse cuando llegue el momento, por supuesto.
Fruncí más el ceño.
— Lo he notado. Le
agradezco a Nahuel su comportamiento de hoy, pero tanta miradita resultaba un
poco rara, y me da igual si Nessie es la única semivampira con quien no guarda
parentesco.
— Ah, no la miraba a
ella, te miraba a ti.
"Ah... por lo que tiene
un pequeño enamoramiento en Bella", bromeó Emmett. "Apuesto a que te
encanta eso."
"No creo que esa es la
razón," dijo Edward.
"¿En serio? ¿Por qué
no?" preguntó Emmett. Edward había sonado bastante seguro de sí mismo
allí.
"Debido a que no me describió
como queriendo rasgar la cabeza del chico fuera," dijo Edward.
"Oh," dijo Emmett,
riendo junto con todos los demás. "Entonces, ¿por qué crees que estaba
mirando a Bella, entonces?"
Edward se encogió de hombros,
aunque tenía una buena idea, dejo que Esme siguiera leyendo.
Eso era lo que me había parecido, pero no tenía mucho
sentido.
— ¿Y por qué...?
— Porque estás viva
—contestó él en voz baja.
Edward asintió con la cabeza y
Emmett parecía confundido, pero Esme seguía leyendo.
— No te sigo.
— Toda su vida, y tiene
cincuenta años más que yo... —empezó a explicarme.
— Viejales —le
interrumpí.
Él me ignoró.
— ... se ha acostumbrado
a pensar en él como una criatura diabólica, un asesino por naturaleza.
"Oh," Esme dijo con
tristeza. "Ese pobre muchacho."
"Eso debe ser difícil de
tratar", suspiró Carlisle.
— También sus hermanas
mataron a sus madres al nacer, pero a ellas no les preocupa nada de eso porque
el tal Joham las ha creado con la idea de que los humanos son poco más que
animales y ellos, dioses. Pero es Huilen quien ha educado a Nahuel, y Pire era
la persona a quien Huilen más quería. Eso ha dado otra forma a su perspectiva,
y en cierto modo, él se odiaba a sí mismo.
"Pero no es su culpa en
absoluto", dijo Esme.
"Lo sé," dijo
Carlisle. "Y espero que esto le ayudará a observarlo de esa manera".
— Qué triste —murmuré.
— Entonces, llega y nos
ve a nosotros tres, y comprende por vez primera que ser casi inmortal no tiene
por qué ser necesariamente perverso. Me mira a mí y piensa en lo que podía
haber sido su padre.
"Sí, así está destinado a
pasarle a un montón de gente," Esme sonrió Edward. "Él es un
excelente padre."
— Tú eres el ideal
perfecto en todo —admití.
Me bufó y luego se puso serio otra vez.
— Cuando te mira, ve la
vida que su madre debió haber llevado.
— Pobre Nahuel —musité.
Suspiré, ya que sabía que jamás podría pensar mal de él
después de aquello, sin importar lo incómoda que pudiera sentirme por sus
miradas.
Edward se rio.
"Ella realmente tiene un
gran corazón," Esme sonrió.
— No estés triste por él.
Ahora es feliz. Hoy, al fin, ha empezado a perdonarse.
Sonreí al saber de la felicidad de Nahuel y luego pensé que
aquel día pertenecía al reino de la felicidad. Aunque la ejecución de Irina era
una sombra oscura en un terreno iluminado por la luz blanca e impedía que la
felicidad fuera perfecta, resultaba imposible negar la alegría.
Todo el mundo suspiró mientras
Esme decía su nombre, pero estaban decididos a no dejar que esto fuera su
destino.
La vida por la cual tanto había luchado volvía a estar a
salvo. Mi familia se había reunido y a mi hija le aguardaba un futuro infinito por
delante. Iría a casa de mi padre al día siguiente para que viera que la dicha
había reemplazado al miedo en mis ojos y así también él sería feliz. De pronto,
tuve la seguridad de que no iba a encontrarle solo. En las últimas semanas no
había podido estar muy atenta, pero en ese instante tomé conciencia de algo que
había sabido hacía mucho tiempo. Sue y Charlie estaban juntos, la madre de los
licántropos con el padre de los vampiros. Él ya no iba a estar solo. Sonreí
satisfecha ante esta nueva perspectiva.
"Awww, no es lindo,"
dijo Alice. "Es bueno que Charlie podría conseguir un final feliz
también."
Pero el hecho más significativo en esta oleada de felicidad
era el más seguro de todos: iba a estar con Edward para siempre.
No tenía interés alguno en revivir las últimas semanitas,
pero debía admitir que me hacían valorar lo que tenía más que nunca.
La casita era un remanso de paz iluminado por la plateada
luz azulada de la luna. Acostamos a Nessie en su cama y la arropamos con suavidad.
La niña sonreía en sueños. Me quité del cuello el regalo de Aro y lo dejé en
una esquina de su habitación. Nessie podría jugar con él cuando quisiera. Le
gustaban los objetos centelleantes.
Edward y Emmett se rieron
ruidosamente en particular a eso.
— Una noche de celebración
—murmuró mientras me ponía la mano debajo del mentón para buscar mis labios con
los suyos.
— Espera —vacilé, y me
eché hacia atrás.
Edward frunció el ceño,
preguntándose por qué se iba a alejar.
Me miró, confuso, pues como regla general nunca me
retiraba.
"Sí, creo que tienes la
mirada hacia abajo, Edward," bromeó Jasper.
Bueno, era más que una norma, aquélla era la primera vez.
— Quiero probar una cosa
—le informé, y sonreí un poquito al observar su expresión de perplejidad.
Le puse las manos en ambas mejillas y cerré los ojos para
concentrarme. No me había salido demasiado bien cuando Zafrina había intentado
enseñarme, pero ahora era consciente de que había mejorado mi dominio del
escudo. Entendía a esa parte que no quería separarse de mí, el instinto
irreflexivo de preservarme prevalecía por encima de todo lo demás.
Los ojos de Edward se abrieron
y luego de repente se sonrieron. "Creo que me va a gustar esto."
"Creo que va a ser más
que solo gustarte," Alice se rio.
Ni de lejos resultaba tan fácil como proteger a otra
persona que no fuera yo, y todavía notaba la tensión de la elasticidad, el
deseo del escudo de recuperar su estado original, luchando por seguir
protegiéndome. Tuve que esforzarme al máximo para quitármelo del todo. Requirió
toda mi atención.
— ¡Bella! —susurró Edward,
asombrado.
Lo supe: había funcionado. Luego, me concentré todavía más
y hurgué en los recuerdos específicos que había guardado para ese momento,
dejando que fluyeran por mi mente y con la esperanza de que también lo hicieran
por la de Edward.
"Deja de imitar a Emmett,
Edward, es un poco desagradable," dijo Jasper.
Pero Edward seguía mirando el
libro de emoción.
Algunos de esos opacos vestigios de mi memoria humana eran
difusos y poco claros, pues los había visto y escuchado con ojos y oídos
débiles: la primera vez que vi su rostro, cómo me sentí la vez que me cogió en
el prado, el sonido de su voz en la oscuridad de la inconsciencia cuando me
salvó de James, su semblante debajo de un dosel de flores, aguardando para
casarse conmigo, todos los preciosos momentos vividos en isla Esme, sus manos
frías acariciando a nuestra hija a través de mi piel...
Esme estaba radiante y casi en
lágrimas al leer esto, sabiendo lo mucho que esto significaría para Edward.
Además, tenía recuerdos mucho más agudos y perfectamente
definidos: su rostro nada más abrir los ojos a la nueva vida, al amanecer interminable
de la inmortalidad, aquel primer beso, esa primera noche...
De pronto, sus labios estuvieron sobre los míos y disminuí
la concentración,
"¿Quién sabía que eran
pensamientos en gran parte alrededor de eso?" Emmett se rio.
"Bueno, yo podría haber
dicho esto antes de que hubiera ocurrido," Alice se rio también.
a consecuencia de lo cual perdí la sujeción que me permitía
mantener el escudo alejado de mí; éste volvió de inmediato a su posición
original como si se tratara de una goma elástica, protegiendo de nuevo mis
pensamientos.
— ¡Upa! ¡Lo solté!
—exclamé.
— Te he oído —dijo,
jadeante—. ¿Cómo...? ¿Cómo lo has logrado?
— Fue idea de Zafrina.
Practicamos en varias ocasiones.
Estaba ofuscado. Parpadeó dos veces y sacudió la cabeza.
— Ahora ya lo sabes
—comenté, restándole importancia y con un encogimiento de hombros—, nadie ha
amado tanto como yo te quiero a ti.
— Casi tienes razón
—esbozó una sonrisa. Seguía teniendo los ojos más abiertos de lo habitual—.
Conozco sólo una excepción.
"Eres tan molesto,"
Alice rodo los ojos.
— Embustero.
Comenzó a besarme otra vez, pero de pronto se detuvo.
— ¿Puedes volver a
hacerlo? —preguntó.
Le hice un mohín.
— Es muy difícil.
Aguardó con una expresión ávida.
— La más mínima
distracción me impide aguantar.
— Me portaré bien
—prometió.
“Si claro. No te creo”, dijo
Rosalie.
“Yo tampoco lo creo,” Edward
rio entre dientes.
Fruncí los labios y entorné los ojos, pero luego le sonreí.
Apreté las manos sobre su cara una vez más y retiré el
escudo de mi mente para dejarme ir de nuevo hasta los nítidos recuerdos de la
primera noche de esta vida nueva, demorándome en los detalles.
“Especialmente cuando ella no está
lejos,” Edward se carcajeo.
“Ah… entonces tu sabes ahora
como se cuando alguien te embauca,” dijo Emmett riéndose también.
Reía sin aliento cuando la urgencia de su beso interrumpió
otra vez mis esfuerzos.
— Maldita sea —refunfuñó
mientras me besaba con ansia por debajo de la barbilla.
— Tenemos todo el tiempo
del mundo para perfeccionarlo —le recordé.
— Por siempre y para
siempre jamás —murmuró.
— Eso me suena a gloria.
Y entonces continuamos apurando con alegría esa pequeña
pero perfecta fracción de nuestra eternidad.
Fin.
Esme leyó y puso el libro
abajo.
“Casi me hace sentir triste
que hay acabado,” dijo Emmett.
“Realmente no ha acabado,”
dijo Edward. “Tenemos mucho que hacer ahora”.
“Lo se… pero todavía hay mucho
tiempo antes de que ella llegue,” haciendo un puchero “quiero decir, aún faltan
24 días”.
“Lo sé, Em,” dijo Edward, “créeme,
lo sé.”
“¿Realmente tenemos que
esperar tanto tiempo?,” cuestiono Emmett, “Podríamos pensar en una razón para
ir a Phoenix”.
"No... Creo que es mejor
si ella viene aquí en primer lugar," dijo Edward.
"¿Hay algo más en el
libro?" preguntó Emmett. "¿podemos hacer algo mientras esperamos a
que Bella venga?"
"Lo haces sonar como que
no tenemos una vida sin ella," dijo Rosalie, rodando los ojos. "Es decir,
todos saben que Edward no la tiene ahora, pero el resto de nosotros tenemos
otras cosas que hacer ".
"Oh, vamos," resopló
Emmett. "Sabes que quieres todo esto para empezar ahora que sabes que es va
a pasar... o al menos lo que podría suceder. "
"Es cierto," Rosalie
admitió, así que cogió el libro y lo abrió.
"Creo que tengo algo para
que hagamos... y creo que podría ser particularmente interesante en este caso,
Em," dijo Edward, su tono era casi a oscuro y se puso a mirarlos a todos.
Todo el que estaba, a excepción de Rosalie.
"Hey, hay algo aquí que
es interesante," dijo Rosalie, sin prestar atención al tono de su hermano.
"Hay una nota dirigida a nosotros... es de quien quiera que fuera que
envió estos libros, y nos.…"
"¿De Verdad?"
Carlisle preguntó, no le gustaba el tono de Edward en absoluto, y prefería escuchar
lo que tenía que Rosalie decir. "¿Qué dice?"
"Dice ..." Rosalie
comenzó.
"¿Qué quieres decir,
Edward?" preguntó Emmett. Él parecía confundido y excitado al mismo
tiempo.
"Creo que Rose debería
leer primero", dijo Edward y luego miró a Rosalie pacientemente, Emmett
cruzó sus brazos, haciendo pucheros.
Me muero...no me puedo creer que lo termine despues de tantos años!!!DIOS!!!GRacias chicas,miles y miles de gracias!!Sin vosotras estoy no habria sido posible!!!Lo que si...esto es un vicio!!!No es justo que termine asi el libro!!!Hay algun capitulo extra o se va directamente a Eterno Amanecer??Ha sido tan perfecto!!Me faltaron muchas mas reacciones de Edward ahora que Bella era feliz como vampiro pero me da igual porque adoro este libro y lo minimo que sea me encanta...De nuevo,gracias por traducir chicas!!
ResponderEliminarJajajaja, tranquila, aun no termina, faltan como 4 capítulos para que se acabe y ya tenemos en nuestro poder sol de medianoche y eterno amanecer. Esperemos que pronto podamos empezar con los otros, por lo mientras espera los demás capítulos, ya casi los tenemos completos.
EliminarQuiero agradecerles por no olvidar a toda la seguidoras de esta historia, por que sabemos que sacrifican muchas cosas por continuar.
ResponderEliminarQuiero agradecerles por no olvidar a toda la seguidoras de esta historia, por que sabemos que sacrifican muchas cosas por continuar.
ResponderEliminarTan feliz y tan emocionada x q termino este y bienen los demas x lo q lei gracias
ResponderEliminarTan feliz y tan emocionada x q termino este y bienen los demas x lo q lei gracias
ResponderEliminarNo puedo creer que los termine despues de tantos años. Tenia que cumplir mis 21 para terminarlos 😂😂😂
ResponderEliminar